16 de diciembre de 2011

Trotamundos - 4ta y Última Parada: Brujas

   Después de unas buenas millas recorridas y a tan sólo un día de volver a la rutina, reunimos las pocas fuerzas que nos quedaban para pasarnos el último día de este viaje en "la Venecia del Norte": Brujas. Aunque su nombre en español nos haga relacionarlo con leyendas de mujeres con verrugas y grandes sombreros que recorren los cielos a bordo de una escoba, la palabra Brugge proviene del antiguo noruego "Bryggia" que significa puentes. Un nombre que le cae como anillo al dedo, considerando que la ciudad practicamente "flota" sobre decenas de canales que la atraviesan.
Vistas desde los canales y sobre los puentes de Brujas
   Siguiendo los consejos de los locales nos dispusimos a recorrer la ciudad de la manera más recomendada: en bicicleta. Algo que para ser honestos, llenaba a Rembe de mucha ansiedad ya que en los casi 6 años que llevamos de novios, nunca me había visto montar bicicleta y dudaba de mis habilidades sobre este vehículo de dos ruedas. No me queda más que decir que ¡vaya sorpresa la que se llevó!
Bicicleteando por callejones, puentes y plazas en Brujas
   Uno de los momentos más importantes y simbólicos de mi parte del viaje fue la visita a la Basílica de la Santa Sangre (Heilig-Bloedbasiliek), donde se guarda desde el año 1,150 una reliquia de la sangre de Jesucristo recogida después de su Crucifixión. Diariamente, por un período de 2 horas, es posible para los creyentes (y no creyentes) venerarla y ofrecer una oración. Para nosotros, fue simplemente celestial poder compartir 1-2 minutitos tocando, sintiendo y orando frente a éste símbolo tan verdadero que fortaleció nuestras creencias y, por ende, nuestra Fe.
Encargada de mostrar, limpiar y cuidar la reliquia
Dentro del marco celeste, imagen más cerca de la reliquia
   Al cabo de esta inolvidable experiencia, fuimos sorprendidos por buen chaparrón que nos dejó completamente empapados pero listos para subir los 366 escalones de la Belfry Tower y deleitarnos con unas hermosas vistas aéreas de la ciudad. Desde esta torre medieval, que albergaba uno de los tesoros y los archivos municipales, se puede observar con más detalle la cantidad de canales que atraviesan esta hermosa ciudad y que te hacen sentir en un cuento de hadas. 
Izq.: Yo, empapada de agua. Centro.: Vista desde una ventana en la Belfry Tower. Der.: Vista aérea de Brujas
   Después de calentarnos con un delicioso chocolate caliente del famoso restaurante "Old Chocolate House", estábamos listos para disfrutar un poco de la vida nocturna de Brujas. Sin embargo, y para nuestra sorpresa, no hay mucha vida nocturna en esta ciudad; a las 6:30 pm todas las tiendas estaban cerradas y los pocos restaurantes que vimos tenían la noche completamente reservada. Sin tener otra opción, le tuvimos que decir adiós a Brujas y regresarnos a Bruselas para poder disfrutar una última noche antes de partir a Nueva York. Concluyendo así con un recorrido que nos llevó a tres países, cuatro ciudades, y nos dejó recuerdos que quedarán para siempre plasmados en nuestra memorias. 
La Plaza de Burg y el Ayuntamiento con decoraciones Navideñas
Hasta la próxima!

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