25 de septiembre de 2012

Honoraria de...?

Hace unos días me fui a dar un masaje por un tremendo dolor de espalda que me aquejaba. Mientras me relajaba y dejaba que las manos del fisioterapeuta hicieran su magia, me distraje con la conversación que tenía lugar en la cabina de al lado. La terapeuta le comentaba a la paciente que ella era una "Puertorriqueña Honoraria" y que tenía que visitar dicho país unas dos o tres veces al año. Intrigada por este "cargo", que a mi parecer sonaba bastante legítimo, regresé a mi oficina y comencé a investigar en Internet lo que yo tendría que hacer para convertirme en "honoraria" de algún país y tener así la excusa de viajar allí un par de veces al año. Tras unos cinco minutos de búsqueda no encontraba nada concreto así que le pregunté a una de mis colegas y su respuesta se resumió en una carcajada. Y, así, con un ataque de risa, me enfrentó a la triste realidad de que era una simple expresión que algunas personas utilizan para referirse a algún lugar del cual se sienten muy apasionados y no el título oficial que yo buscaba. 


Un poco desilusionada tras perder la posibilidad de convertirme en honoraria de algún lugar en esta tierra, me puse a pensar, hipotéticamente, en cuál sería el lugar de mi elección. Tras divagar mentalmente de un lado al otro decidí que quisiera ser "Cinque Terreña Honoraria". Les Cinque Terre, un conjunto de 5 pueblos o tierras (de ahí el nombre Les Cinque Terre) en Liguria, Italia, me cautivaron por completo. Con su comida, paisajes y la luna más hermosa que haya visto, estos mini-pueblos tienen un encanto sin igual. Así que, aunque no exista un título oficial que me "obligue" a viajar a Les Cinque Terre varias veces al año, he hecho una promesa conmigo misma de regresar en varias ocasiones futuras. Y es que con sólo pensar en sus calles, en la tranquilidad de su gente y su mar, y en los mil sabores que las caracterizan me empiezo a preguntar qué hago aquí sentada frente a un computador en vez de agarrar el próximo avión y perderme en sus encantos para siempre!
Vista de la playa en Monterosso al Mare al amanecer
Pintorescos apartamentos en Manarola
Vista aérea de Vernazza
Pastas con abundancia de mariscos - la especialidad de Les Cinque Terre
El centro de Monterosso al Mare por la noche
Una abuelita asomada desde su balcón en Monterosso al Mare
Reflejo de la hermosa luna desde el puerto de pescadores en Monterosso al Mare

1 de agosto de 2012

¿Sabrosura o simples recuerdos?

   No sé ustedes, pero me pasa muy frecuente que estoy comiendo algo y de repente se me viene a la mente algún recuerdo o experiencia vivida. De hecho, siempre que tomo Pepsi me transporto al recreo en mi colegio y cuando como un ceviche lo primero que me viene a la mente es el Mercado del Marisco en Panamá donde hay una chorrerana que hace el mejor ceviche del mundo. Así mismo me pasa que hay ciertos platos que me recuerdan tanto a mi casa en Panamá, que aunque los haga de la misma manera, nunca me saben igual. Esto comprueba que, muchas veces, no es tanto el sabor de la comida lo que nos gusta sino todos los recuerdos y emociones que se pegan a esos platos y que aunque pasen 2, 5 o 10 años siempre estarán con uno.

   Precisamente, algo muy similar nos pasó en nuestro último viaje a Europa. Desde que nos conocemos, Rembe siempre me había hablado de la Doner Kebab, un típico platillo turco que se asemeja a la versión griega de un gyro. El hecho es que Rembe probó la Doner por primera vez a los 15 años cuando vivió en Alemania por unos meses, y desde entonces, el sabor de esa primera Doner se ha quedado tan pegado a sus pupilas gustativas que ha sido imposible tratar de superarlo. Determinado a encontrar la Doner perfecta, averiguó en Munich el lugar que, supuestamente, servía las mejores Doner Kebab de la ciudad. Para mí iba a ser la primera vez probando una, por lo tanto mis expectativas eran a la vez muy bajas por no saber qué esperar, pero también altas tras oír tantas maravillas de la boca de Rembe.
 
   Al llegar al restaurante "Ali Baba", la primera buena señal fue que el lugar estaba repleto de turcos, siendo nosotros los únicos extranjeros. Rembe ordenó el mentado platillo que consiste en carne asada cocinada en un asador vertical que lleva en la parte superior cebollas y tomates para que mientras se asa, los jugos que desprenden los vegetales bañen la carne y la doten de sabor. La carne se corta al momento que se va a servir, se coloca dentro de un pan pita y se acompaña con lechuga finamente picada, un picadillo de cebollas marinadas, tomate y una salsa blanca a base de yogurt. El resultado para mí fue fantástico al sentir esa mezcla de diferentes texturas y sabores contrastantes en mi boca. Para Rembe, desafortundamente, el resultado no fue tan satisfactorio.
Doner Kebab de Ali Baba
Tras pasar unos cuantos minutos conversando sobre lo diferente que sabían las cebollas, o la textura de la cocción de la carne, comencé a deducir que nunca habrá una Doner Kebab que se compare a la primera que degustó a sus 15 años. Así como nunca habrá un mejor arroz con pollo como el que como en mi casa o mejores patacones que los que hace mi tío Didio o mejor pescado frito que el que se come en la playa o mejor pesada de nance que la que hace mi abuelita. Y la realidad es que, quizás, la Doner que nos comimos en Munich haya sido mucho mejor, pero la cantidad de memorias y sentimientos adheridos a aquella Doner de la infancia de Rembe harán que las nuevas versiones que pruebe, jamás le lleguen a los talones. Por ésto es que me encanta la comida! En ella no sólo encontramos esa sensación de llenura y conforte que tanto encanta al final de un largo día; sino que también podemos viajar en el tiempo para volver a sentir y experimentar algo que quizás habíamos olvidado y nos permite compartir, a través de sus olores, con personas que quizás ya no están en nuestras vidas!

Buen provecho y hasta la próxima!

Plato de panes, quesos y carnes frías en una granja orgánica en Bayern
Platillo alemán con salchichas, papas, pato y puerco
Hermosas frutas en Munich

28 de junio de 2012

Lo que yo me pregunto es: ¿Dónde están los locos?

    Mi país tiene la dicha de tener un clima ideal que te permite disfrutar bellísimos días de sol incluso en el más lluvioso de los meses, de tener acceso a dos oceános, de ser un crisol de razas, de tener algunos de los edificios más lindos de América Latina, de ofrecer una excelente calidad de vida a sus habitantes, pero sobre todo de tener gente honrada, echa´ pa´ lante y muy alegre. Sin embargo, y por muy triste que parezca, no son éstos los sentimientos que en estos momentos estamos reflejando los panameños ni los tantos otros que hasta ahora han tenido la dicha de vivir en mi país.
    Entre el tráfico incesante, las mil y una obras de construcción, decenas de paros y protestas que bloquean las calles, el mal humor de las personas al no poder llegar a tiempo a sus compromisos y los precios que no dejan de aumentar, el "paraíso" panameño que por décadas ha atraído a tantas personas, se nos está escapando de las manos y me preocupa que no estamos haciendo lo suficiente para atajarlo. Anoche leí una frase del fallecido cantante argentino Facundo Cabral que dice:
y aunque me pareció un poco fuerte ya que no nos considero pendejos, puedo comprender lo que trataba de transmitir si leo las noticias sobre el circo político que se vive en mi país.
   Actualmente, en Panamá tenemos un Presidente que en lugar de atender con seriedad y diplomacia los numerosos llamados del pueblo, su pueblo, se dedica a "bailar como bernie"; aunque no podemos decir que nos ha tomado por sorpresa ya que desde sus años de campaña su slogan era "los locos somos más". De igual manera, el resto del Gobierno, si se le puede llamar así, anda "manga por hombros", con políticos criticándose unos a otros y gritándose improperios a toda boca pero al final del día se van a sus casas como si sus acciones no tuvieran consecuencias. Por otro lado, tenemos niños y adolescentes cuyas clases han sido canceladas hasta próximo aviso porque han robado en sus escuelas o están protestando o no tienen profesores. Y, finalmente, tenemos un pueblo que está desesperado y no encuentra la forma de hacerse escuchar por ésas personas a quienes ellos mismos han puesto en el poder.
    Antes de continuar, quiero aclarar que no todo ha sido malo. De hecho, han habido proyectos como el Metrobus, la construcción del Metro de Panamá, los trabajos de saneamiento de la bahía, entre muchos otros, que en algún momento fueron propuestos por anteriores mandatarios pero que nadie llevó del dicho al hecho. Sin embargo, son precisamente ésas ansias de querer hacer todo durante los 5 años de gobierno lo que nos lleva a donde estamos. ¿Cuánto dinero se han gastado los gobiernos de Martín Torrijos y Ricardo Martinelli en reforzar las bases del Puente Centenario, cuya construcción fue acelerada durante el gobierno de Mireya Moscoso para que ella pudiera cortar la bendita cinta de inauguración? Si los proyectos tuviesen continuidad de un mandatario al otro y la importancia de las obras no radicara alrededor de quién cortará la cinta de inauguración, sino de cuántos miles de panameños se beneficiarían, las cosas serían muy diferentes.
    Creo que uno de los mayores problemas que estamos enfrentando en la actualidad es que nos hemos acostumbrado a que sea el gobierno el que nos solucione todo y no buscamos soluciones constructivas a nuestros propios problemas. Ojo, con ésto no quiero absolver ni a éste ni a ningún gobierno ya que como muchos panameños me siento supremamente traicionada por el estado actual de mi país; más bien, sugiero que podemos poner más de nuestra parte para al menos mejorar aquellos problemas en los cuales sí podemos contribuir. ¿Hay mucho tráfico en las calles? entonces no saquemos tantos autos diariamente y organicemos el itinerario de manera que podamos compartir el auto y de ésta manera ahorrar en gasolina. ¿Los alimentos están muy caros? seamos un poco más creativo y entrenemos a nuestro cuerpo. Tratemos de no antojarnos de aguacate cuando está pasando de temporada ya que se pone más caro y en lugar de comprar en los supermercados donde los precios son un poco más elevados, hagamos una visita al mercado de abastos donde se puede comprar en mayores cantidades a mejores precios.
    Estos cambios, aunque parezcan un poco inconvenientes, son aplicados por personas de todo el mundo, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados; y aunque no vayan a solucionar los problemas ya existentes en su totalidad, al menos podemos sentir que estamos aportando y nos da la oportunidad de reclamar al Gobierno con más autoridad. Ya no se tratará de panameños quejándose de las cosas sin brindar soluciones, sino de personas que aportan su granito de arena y por ello, esperan y merecen que el Gobierno haga lo mismo. Ya basta de quedarnos de brazos cruzados y tomemos cartas en el asunto para retomar el Panamá y el mundo que nos merecemos.

21 de junio de 2012

A ritmo de tamborito!

   Para celebrar mi cumpleaños #24, mis papás decidieron hacerme un regalo un poco diferente: viajar a la ciudad de Las Tablas, Panamá, famosa por sus preciosas polleras, para ataviarme en una de ellas y hacerme una sesión fotográfica. El maquillaje y arreglo estuvo a cargo de Robertito Villareal, oriundo de Las Tablas y experto en el tema. Comenzamos con el maquillaje que tiende a ser bastante llamativo y dramático ya que al fin y al cabo, todo en la pollera, desde la carga de prendas y la cabeza de tembleques hasta las detalladas labores de los ropajes, reflejan todo menos sencillez. 
   Con el maquillaje listo, procedimos con la vestimenta y a colocar las prendas. Una de las cosas más lindas de vestirte con alguien que vive sus tradiciones y conoce mucho de ellas, es que comparten cada detalle con uno. Para mí, aprender sobre el valor aproximado de cada prenda, las personas que las diseñaron y aquellas que las labraron es la parte más linda de todo el proceso. 

  
 Al terminar con el prendererío y ya empollerada vino el dolor de cabeza, literalmente. Y es que los que saben admirar a una bella empollerada con su brillante cabeza de tembleques, nunca pueden olvidar que detrás de tanta elegancia y brillo, yace un tremendo dolor de cabeza que se provoca al colocar cada "flor" en su respectivo lugar. Pero como yo prefiero estar "antes muerta que sencilla", me aguanté los tirones y el roce de los ganchitos contra mi cráneo para que el trabajo quedara bien hecho. 


   Luego de unos cuantos retoques por aquí y retoques por allá, todo quedó listo y nos fuimos para el estudio. José, un fotógrafo muy conocido en Las Tablas, comenzaba su labor cuando se dió cuenta que le faltaba algo. Salió del estudio y al rato regresó con un CD. Lo que le faltaba era una de sus fuentes de inspiración: los tamboritos de Lucy Jaén. Y así, mientras se escuchaban las tonadas de "Oh Nikle", todo fluyó como debía. El resultado: un repertorio de fotos pa´ tirar pal´ aire, una empollerada orgullosa de vestir el traje típico más hermoso del mundo y una madre que desbordaba de felicidad. Este fue, para mí, el regalo perfecto de cumpleaños y algo que todas las panameñas deberíamos experimentar así sea una vez en la vida, porque como le dijo mi madre a mi novio, "una mujer panameña no se ve realmente bella hasta que se empollera". 


27 de enero de 2012

"Sólo el Coco supera el Coco"

Corrida de toros junto al "Jorón Macaraqueño"
   El coro de populares tamboritos como  "Santeño quisiera ser aquel que no nació santeño, y el que no nació santeño, santeño quisiera ser" (♫ click), el olor a carne en palito y a chorizos en salsa barbacoa, el sabor de una yuca bien sancochada y el sonido del hielo mientras te preparan un raspao´, conforman el orgullo y sentimiento de los pueblos de mi país, especialmente de Macaracas de Los Santos durante las fiestas de Reyes. Durante este tiempo, el pueblo se transforma con la visita de  familiares provenientes de la capital, la aparición de políticos en busca de votos, la música de los diferentes bailes típicos y las corridas de toros.

   El 6 de Enero, Días de los Reyes Magos, mujeres hermosas con polleras de lujo o montunas, y hombres en cutarras y camisillas se pasean por la plaza central para recibir al "matrimonio campesino"; una hermosa tradición en que una pareja oriunda del pueblo se casa por la iglesia en una ceremonia típica panameña a la que asisten todas las familias del pueblo y que culmina con un almuerzo de arroz con pollo, tamales, bollo, lechona asada, empanaditas y cocaditas.

Matrimonio campesino
Empollerada y lista para subir a la carreta
   El domingo después del día de Reyes, es cuando se celebra el evento más esperado de la fiesta: El desfile en carretas. Una tradición de antaño donde dos bueyes halan la carreta que lleva a la reina de cada calle, mientras que ellas, sonrientes y animadas, bailan al ritmo de tambores y del galillo de las cantalantes. Este año, aunque admito estar parcializada, la reina más hermosa de la fiesta era mi propia hermana Ana Gabriela, Reina de la Calle El Coco, quién lució una pollera de lujo bordada a mano en un hermoso colorinche que resaltaba a metros de distancia. Su cabeza, completamente ataviada de tembleques blancos, peinetas y corona de oro acompañaba el despliegue de joyas doradas que colgaban de su cuello. Cada elemento con un significado y una historia muy singular. Por ejemplo, el monedero, que cuelga del faldón, lleva dos anillos de oro macizo para recordar cuando, muchos años atrás, los admiradores regalaban sortijas a las mujeres cuando éstas estrenaban pollera. El cabestrillo, que está compuesto por 8 monedas de oro legítimo y puede llegar a costar hasta 10 mil dólares, es la prenda más costosa de la pollera.


Tembleques de colores
   Por su parte, los tembleques también tienen un origen muy interesante y es que se dice que las mujeres en épocas pasadas se colocaban flores para adornar su cabeza, pero al ser éstas de muy corta duración fueron reemplazadas por adornos artificiales. Los tembleques, que pueden ser de colores ó blancos, dependiendo de la pollera que se viste, son elaborados en diferentes formas y materiales. De hecho, antes de la Segunda Guerra Mundial los materiales para elaborarlos se importaban de Alemania, pero con la guerra y el bloqueo era imposible traerlos. Ésto obligó a los artesanos a recurrir a las escamas de pescado, las perlas, la seda y, más recientemente, cristales de swarovski para continuar con esta tradición.

   Una vez terminado el desfile, termina la fiesta y todos se preparan para volver a la rutina, dejar atrás la parranda y también, por qué no, recuperarse de la "juma, resaca o guayabo" que en algunos queda tras 4 días de fiesta.

   Hasta la próxima! y como dicen en mi calle: "Sólo el Coco supera el Coco"


 P.S.: El 29 de Enero cumple 46 años la mujer más importante de mi vida y, sin duda alguna, una de mis mayores inspiraciones de fortaleza, sinceridad, humildad y belleza. Que celebres 100 años más Mami Ani!


17 de enero de 2012

Barriga llena, corazón contento

    Desde las comidas del día a día, cuando comemos para salir del paso, hasta las comidas más elaboradas que representan todo un ritual, el proceso de disfrutar una comida es algo tan natural en el ser humano que me parece el momento donde verdaderamente mostramos nuestros verdaderos "colores". Por ello, les quería mostrar un poco de la oferta culinaria que disfrutamos en nuestro viaje a Europa.

    A pesar de ser una ciudad maravillosa, Londres no destaca por su comida; por ende, cuando identificamos un buen restaurante para visitar, tuvimos que reservar casi con 1 mes de anticipación. Boca di Lupo resultó ser muy agradable con buena comida italiana estilo tapas, un mesero fabuloso que iba rumbo a Cuba para vivir por 1 año, y Tom Hooper, ganador del Oscar 2010 como mejor director por "The King´s Speech (El Discurso del Rey)", sentado justo detrás de nosotros. Sin embargo, uno de los mejores momentos en Londres fue cuando visitamos un mercado de comidas en el área de Sloane Square. El despliegue de colores, olores y sazones de diversas partes del mundo concentrados en una pequeña plaza, nos hacía agua la boca de tantas ganas. Después de probar un poquito de aquí y de allá, me decidí por el Confit de pato y Rembe se comió un emparedado de chorizo picante.

 Izq. a Der. (sentido del reloj): Variedades de nueces; disfrutando agua de pipa; pastas de colores; vendedor de quesos; preparación de mi confit de pato; Rembe disfrutando su emparedado de chorizo; variedades de aceitunas.

    Como era de esperarse la experiencia en París fue muy diferente ya que el amor y detalle que ponen los franceses a cada plato que sirven es una verdadera obra de arte. Las callesitas están inundadas de bellísimos cafés que ofrecen pastelería de muy buena calidad y los mercaditos callejeros, como el marche de la Rue Mouffetard ofrecen frutas, vegetales y flores tan frescas que te hacen sentir en el campo. Buscando una experiencia culinaria de primera, visitamos dos restaurantes exquisitos durante nuestra estadía y nos dedicamos a probar delicias ajenas a nuestro paladar. No podíamos dejar de probar el foie gras y los riquísimos caracoles de tierra (escargot), pero la verdadera experiencia la tuve al probar el faisán, ave nacional de Japón, China y Birmania. Sin más rodeos, les cuento que estuvo exquisito y muy jugosito, a pesar de su marcado sabor silvestre. Todo iba muy bien hasta que volteé al animalito para saborear la carne del otro lado y me percaté que sus patitas estaban aún cubiertas de plumas. Esto me causó tal impresión que me cerró el apetito por completo. Al día siguiente, en el restaurante Le Gaigne, en una cena menos exótica pero igual de exquisita disfrutamos de una increíble crema de apio con langostinos, una polenta de langostinos con semillas de granada (pomegranate) y por último terminamos con un steak de pato que nos dejó chupándonos los dedos. 
 Izq. a Der. (sentido del reloj): Variedades de chocolates; faisán con verduras de raíz; crema de apio con langostinos
club sandwich de salmón ahumado y crepe de jamón y queso; foie gras; salchichas y chorizos; flores frescas; salmón 
ahumándose; langostinos a 49 euros por kg; grosellas y frambuesas 

    Finalmente, nuestra experiencia belga la podemos resumir en dos palabras: cerveza y chocolate. Y, es que son tantos los elementos que te invitan a pasar el día entero tomando cerveza y comiendo chocolates, que no queda de otra más que rendirse a semejante "tarea". Aquí dejaré que sean las imágenes las que hablen por mí!!!

Izq. a Der. (sentido del reloj): Árbol de chocolates; chocolate en forma de corazón de Pierre Marcolini; Barriles 
repletos de Cerveza en la Cervecería Cantillon; Disfrutando una de las miles cervezas belgas; cerveza con carnes frías; flemish stew y cerveza Brugse Zot; belgian frites

    Con este post cierro con broche de oro la serie trotamundos para dar paso a nuevas aventuras y espero que el 2012 se encargue de traérmelas todas. Por mi parte, ya tengo en mi lista de quehaceres del año, visitar un restaurante Koreano en Queens que sirve un exótico platillo que consiste en comerse un pulpo "casi vivo"...ya les contaré cómo me va. Hasta la próxima!!!