27 de enero de 2012

"Sólo el Coco supera el Coco"

Corrida de toros junto al "Jorón Macaraqueño"
   El coro de populares tamboritos como  "Santeño quisiera ser aquel que no nació santeño, y el que no nació santeño, santeño quisiera ser" (♫ click), el olor a carne en palito y a chorizos en salsa barbacoa, el sabor de una yuca bien sancochada y el sonido del hielo mientras te preparan un raspao´, conforman el orgullo y sentimiento de los pueblos de mi país, especialmente de Macaracas de Los Santos durante las fiestas de Reyes. Durante este tiempo, el pueblo se transforma con la visita de  familiares provenientes de la capital, la aparición de políticos en busca de votos, la música de los diferentes bailes típicos y las corridas de toros.

   El 6 de Enero, Días de los Reyes Magos, mujeres hermosas con polleras de lujo o montunas, y hombres en cutarras y camisillas se pasean por la plaza central para recibir al "matrimonio campesino"; una hermosa tradición en que una pareja oriunda del pueblo se casa por la iglesia en una ceremonia típica panameña a la que asisten todas las familias del pueblo y que culmina con un almuerzo de arroz con pollo, tamales, bollo, lechona asada, empanaditas y cocaditas.

Matrimonio campesino
Empollerada y lista para subir a la carreta
   El domingo después del día de Reyes, es cuando se celebra el evento más esperado de la fiesta: El desfile en carretas. Una tradición de antaño donde dos bueyes halan la carreta que lleva a la reina de cada calle, mientras que ellas, sonrientes y animadas, bailan al ritmo de tambores y del galillo de las cantalantes. Este año, aunque admito estar parcializada, la reina más hermosa de la fiesta era mi propia hermana Ana Gabriela, Reina de la Calle El Coco, quién lució una pollera de lujo bordada a mano en un hermoso colorinche que resaltaba a metros de distancia. Su cabeza, completamente ataviada de tembleques blancos, peinetas y corona de oro acompañaba el despliegue de joyas doradas que colgaban de su cuello. Cada elemento con un significado y una historia muy singular. Por ejemplo, el monedero, que cuelga del faldón, lleva dos anillos de oro macizo para recordar cuando, muchos años atrás, los admiradores regalaban sortijas a las mujeres cuando éstas estrenaban pollera. El cabestrillo, que está compuesto por 8 monedas de oro legítimo y puede llegar a costar hasta 10 mil dólares, es la prenda más costosa de la pollera.


Tembleques de colores
   Por su parte, los tembleques también tienen un origen muy interesante y es que se dice que las mujeres en épocas pasadas se colocaban flores para adornar su cabeza, pero al ser éstas de muy corta duración fueron reemplazadas por adornos artificiales. Los tembleques, que pueden ser de colores ó blancos, dependiendo de la pollera que se viste, son elaborados en diferentes formas y materiales. De hecho, antes de la Segunda Guerra Mundial los materiales para elaborarlos se importaban de Alemania, pero con la guerra y el bloqueo era imposible traerlos. Ésto obligó a los artesanos a recurrir a las escamas de pescado, las perlas, la seda y, más recientemente, cristales de swarovski para continuar con esta tradición.

   Una vez terminado el desfile, termina la fiesta y todos se preparan para volver a la rutina, dejar atrás la parranda y también, por qué no, recuperarse de la "juma, resaca o guayabo" que en algunos queda tras 4 días de fiesta.

   Hasta la próxima! y como dicen en mi calle: "Sólo el Coco supera el Coco"


 P.S.: El 29 de Enero cumple 46 años la mujer más importante de mi vida y, sin duda alguna, una de mis mayores inspiraciones de fortaleza, sinceridad, humildad y belleza. Que celebres 100 años más Mami Ani!


17 de enero de 2012

Barriga llena, corazón contento

    Desde las comidas del día a día, cuando comemos para salir del paso, hasta las comidas más elaboradas que representan todo un ritual, el proceso de disfrutar una comida es algo tan natural en el ser humano que me parece el momento donde verdaderamente mostramos nuestros verdaderos "colores". Por ello, les quería mostrar un poco de la oferta culinaria que disfrutamos en nuestro viaje a Europa.

    A pesar de ser una ciudad maravillosa, Londres no destaca por su comida; por ende, cuando identificamos un buen restaurante para visitar, tuvimos que reservar casi con 1 mes de anticipación. Boca di Lupo resultó ser muy agradable con buena comida italiana estilo tapas, un mesero fabuloso que iba rumbo a Cuba para vivir por 1 año, y Tom Hooper, ganador del Oscar 2010 como mejor director por "The King´s Speech (El Discurso del Rey)", sentado justo detrás de nosotros. Sin embargo, uno de los mejores momentos en Londres fue cuando visitamos un mercado de comidas en el área de Sloane Square. El despliegue de colores, olores y sazones de diversas partes del mundo concentrados en una pequeña plaza, nos hacía agua la boca de tantas ganas. Después de probar un poquito de aquí y de allá, me decidí por el Confit de pato y Rembe se comió un emparedado de chorizo picante.

 Izq. a Der. (sentido del reloj): Variedades de nueces; disfrutando agua de pipa; pastas de colores; vendedor de quesos; preparación de mi confit de pato; Rembe disfrutando su emparedado de chorizo; variedades de aceitunas.

    Como era de esperarse la experiencia en París fue muy diferente ya que el amor y detalle que ponen los franceses a cada plato que sirven es una verdadera obra de arte. Las callesitas están inundadas de bellísimos cafés que ofrecen pastelería de muy buena calidad y los mercaditos callejeros, como el marche de la Rue Mouffetard ofrecen frutas, vegetales y flores tan frescas que te hacen sentir en el campo. Buscando una experiencia culinaria de primera, visitamos dos restaurantes exquisitos durante nuestra estadía y nos dedicamos a probar delicias ajenas a nuestro paladar. No podíamos dejar de probar el foie gras y los riquísimos caracoles de tierra (escargot), pero la verdadera experiencia la tuve al probar el faisán, ave nacional de Japón, China y Birmania. Sin más rodeos, les cuento que estuvo exquisito y muy jugosito, a pesar de su marcado sabor silvestre. Todo iba muy bien hasta que volteé al animalito para saborear la carne del otro lado y me percaté que sus patitas estaban aún cubiertas de plumas. Esto me causó tal impresión que me cerró el apetito por completo. Al día siguiente, en el restaurante Le Gaigne, en una cena menos exótica pero igual de exquisita disfrutamos de una increíble crema de apio con langostinos, una polenta de langostinos con semillas de granada (pomegranate) y por último terminamos con un steak de pato que nos dejó chupándonos los dedos. 
 Izq. a Der. (sentido del reloj): Variedades de chocolates; faisán con verduras de raíz; crema de apio con langostinos
club sandwich de salmón ahumado y crepe de jamón y queso; foie gras; salchichas y chorizos; flores frescas; salmón 
ahumándose; langostinos a 49 euros por kg; grosellas y frambuesas 

    Finalmente, nuestra experiencia belga la podemos resumir en dos palabras: cerveza y chocolate. Y, es que son tantos los elementos que te invitan a pasar el día entero tomando cerveza y comiendo chocolates, que no queda de otra más que rendirse a semejante "tarea". Aquí dejaré que sean las imágenes las que hablen por mí!!!

Izq. a Der. (sentido del reloj): Árbol de chocolates; chocolate en forma de corazón de Pierre Marcolini; Barriles 
repletos de Cerveza en la Cervecería Cantillon; Disfrutando una de las miles cervezas belgas; cerveza con carnes frías; flemish stew y cerveza Brugse Zot; belgian frites

    Con este post cierro con broche de oro la serie trotamundos para dar paso a nuevas aventuras y espero que el 2012 se encargue de traérmelas todas. Por mi parte, ya tengo en mi lista de quehaceres del año, visitar un restaurante Koreano en Queens que sirve un exótico platillo que consiste en comerse un pulpo "casi vivo"...ya les contaré cómo me va. Hasta la próxima!!!