6 de agosto de 2013

Increíble, Diferente, Colorido y Mágico İstanbul

Después de un hiatus de mi blog por casi 1 año, me tocaba regresar con algo emocionante y qué mejor manera de hacerlo que compartiendo nuestra última aventura en Estanbul. Por 4 días nos tocó deleitarnos, mezclarnos y empaparnos de una ciudad increíblemente hermosa y diferente. Todo inició al escuchar a eso de las 5am el aḏān (llamado a orar) de los musulmanes. Ese intenso cantar que evoca el almuédano desde el minarete de las mezquitas para invocar al pueblo musulmán a realizar la primera de cinco oraciones diarias es sin duda uno de los sonidos más hermosos que jamás escucharé.
Uno de los 6 minaretes de la Mezquita Azul
La mezcla de colores, olores y sabores que se encuentran por las calles y bazares de Estanbul dejan a cualquiera con la boca abierta (y a veces con la nariz tapada jaja). El Kapalı Çarşı (Gran Bazar) es el bazar cubierto más grande del mundo con más de 3,000 tiendas dispersas en unas 61 calles y está localizado en el municipio de Fatih.
La experiencia fue una mezcla de risas y frustración. Los vendedores no te dejan pasar sin obligarte a entrar a su tienda para que veas los productos "únicos" que ellos venden aún cuando todos venden prácticamente LO MISMO. Al vernos a ambos rubios, de tez blanca y ojos claros, no dudaban en tratar de adivinar nuestras identidades. En unas 3 horas nos hablaron en turco, alemán, italiano, francés e inglés - nadie intentó el español. Sin embargo, cuando alguien nos escuchó hablando nuestra lengua, un vendedor me llama desde unos metros de distancia y a toda boca me dice: "Maricarmen, Maricarmen, ven a mi tienda...tengo cosas para tí" y ahí soltamos una tremenda carcajada ya que nos parecía muy gracioso que este hombre utilizara el peculiar "Maricarmen" cuando hay otros nombres mucho más comunes, como María, con los que se asocia a una mujer hispana.

En una de las entradas al Gran Bazar
Vendedores de alfombras en el Gran Bazar



 Saliendo del Gran Bazar, con muchos amuletos del mal de ojo turco en mano,  y camino al Mısır Çarşısı (Bazar de Especias) teníamos la misión de encontrar el lugar que vende las mejores doner kebap de Estanbul.

En el centro de la imagen hay un letrero que en un perfecto español nos muestra un poco del humor turco: "Aquí engañamos menos que en el Corte Inglés y tenemos mejor calidad que en Carrefour o el Corte Inglés. Tenemos veneno para la suegra!"
Variedad de especias en el Bazar de Especias
Para ser honestos, nos perdimos y dimos muchas vueltas tratando de utilizar un idioma turco bastante fragmentado, sumado al hecho que los turcos, aunque extremadamente amables, no saben dar direcciones. ¿No me creen?, para muestra un botón de como van esas conversaciones:
- Nosotros: Hola, ¿nos puede decir cómo llegar a X lugar?
- Ellos: ¿De dónde son?
- Nosotros: Panamá y Colombia
- Ellos: Ohhhhh Colombia...Falcao, Falcao
- Nosotros: Sí. ¿cómo llegamos a X lugar?
- Ellos: Sí, sí, claro! Por ahí, por ahí, y allá a la derecha y luego izquierda.
- Nosotros: Ummmmm, cuando dices "por ahí", ¿es a la derecha o a la izquierda?
- Ellos: Sí, sí
- Nosotros: Ummmm ok muchas gracias! (seguido por una cara de confusión)
El punto es que al final encontramos el famoso Dönerci Şahin Usta que desde 1969 se jacta de servir las mejores doner kebap de Estanbul y déjenme decirles que fue simplemente deliciosa. Aunque los turcos han hecho parecer que la doner no tiene ciencia ya que las venden prácticamente en cada esquina, una BUENA doner tiene su secreto y este lugar claramente lo descubrió. Rembe se dió tanto gusto comiéndose su doner que por estar de ansiado terminó regándose todo el juguito del último mordisco en su camisa; pero aún así, como dice el dicho "barriga llena, corazón contento".

En plena faena degustativa



La arquitectura que se observa recorriendo Estanbul es increíblemente variada. Pasamos de la parte residencial de Sultanahmet, que te da la sensación de estar en una pequeña isla caribeña por su arquitectura colorida y predominantemente de madera, a encontrar enormes meszquitas con detallados mosaicos y colores que confunden la mirada. Este es el caso de la Mezquita Sultan Ahmed (conocida comúnmente como la Mezquita Azul), un majestuoso edificio que obtuvo su nombre popular por los variados tonos de azul que adornan su interior. Esta mezquita causó conmoción en el pueblo musulmano ya que durante su construcción en los años 1609-1616 no era costumbre que una mezquita tuviera 6 minaretes ya que esa cantidad era la que tenía la Masjid al-Haram que es considerada la mezquita más importante del Islam y es la que se encuentra en La Meca. El alboroto cesó muchos años más tarde cuando la Masjid al-Haram tuvo que añadir 3 minaretes adicionales como resultado de una expansión para aumentar su capacidad. Con esta adición, la Mezquita Azul dejo de tener la misma cantidad de minaretes que la Masjid al-Haram y dejó de ser la "oveja negra de la familia".
Arquitectura y colores del Sultanahmet residencial
Vista exterior de la Mezquita Azul y cuatro de sus seis minaretes
Mosaicos interiores en varios tonos de azul
Dentro de la Mezquita en el área designada para mujeres
Hombres rezando en el área designada para ellos
Con la Mezquita a nuestras espaldas
En frente de la magnífica Mezquita Azul se encuentra la Hagia Sophia que comenzó siendo una iglesia griega ortodoxa, pasó a ser una mezquita imperial y hoy en día es un museo. Este lugar es la comunión perfecta entre Jesús y la Virgen María, las escrituras del Corán y vestigios de un período imperial. Los hermosos detalles de esta antigua basílica son imposibles de capturar con el lente de una cámara. Literalmente todo lo que parece pintado en ella no es sino milllones de diminutos mosaicos que fueron pegados a mano para lograr retratos muy vívidos. Con el paso del tiempo, muchos mosaicos se han caído pero aún se conserva la mayoría del "rompecabezas" para nuestro deleite.
Hagia Sofia en todo su esplendor
Escrituras del Corán cuelgan de varias paredes
Mosaico casi perdido de Jesús, la Virgen María y San Juan Bautista
Jesús en medio de los reyes
Cruzando hacia el lado asiático de la ciudad de Estanbul se encuentra el área de Kadıköy, donde nos deleitamos la deliciosa Lahmacun, una pizza turca que no lleva más que carne molida y especias y se sirve con perejil y limón para condimentar. La verdad es que suena muy simple pero sólo de recordarla se me hace agua la boca de lo buena que estuvo. Este pintoresco sector de Estanbul tiene mucha gente joven que se esparce por los diferentes cafés y casas de nargile, donde sorprendemente siempre se escucha como música de fondo canciones tan viejas como "I will always love you" de Whitney Houston y "One more time" de Britney Spears. No lo voy a negar, desafortunadamente, cuando se trata de música internacional parece que Estanbul se quedó unos 10 o 20 años atrás.
Vista del lado europeo de Estanbul desde el ferry a Kadıköy
Día a día en Kadıköy
Una de sus callesitas
El arte callejera
Nargiles exhibidos en ReCafe, un bar de la localidad
Con el lado europeo (izquierda) y el asiático (derecha) de Estanbul a nuestras espaldas
Después de muchas comidas y muchos kilómetros caminando por los barrios de Şişli, Taksim Meydanı, Galata, Beyoğlu, Kadıköy, Sultanahmet, y muchos más, era hora de partir hacia nuestra siguiente aventura (detalles en el próximo blog). Lo bueno de todo es que siempre quedan las fotos para recordar y revivir los mejores momentos pero hay impresiones que pretendo inmortalizar en estas palabras con el fin de nunca olvidarlas, ya que por su naturaleza abstracta me es imposible capturar con el lente de nuestra cámara. La primera es la amabilidad de los turcos; y es que no tiene precio preguntarle a una persona una dirección y que con miedo de que nos perdamos o que por nuestra barrera idiomática no nos entendamos, envíe a su hijo de 12 años a caminar con nosotros unos 6-8 minutos hasta que nos deje en frente del lugar que buscábamos. También la elegancia y el donaire de las mujeres turcas con sus coloridos hijabs cubriendo sus cabellos, y los apuestos turcos con su tez quemada del sol y ojos claros, grandes y expresivos serán muy duros de olvidar (lo siento Rembe pero es la purita verdad jaja). Por último, el aire que se respira, lleno de alboroto, de llamados a orar, de olores (agradables y no tan agradables) y de los más hermosos colores, me han dejado a Estanbul tatuada por siempre en mi piel.
-Hasta la próxima-

Impresiones de Estanbul
En sentido del reloj: Ensalada campesina; cordero en salsa de tomate sobre berenjenas al horno; Haşlama içli köfte; y, Lahmacun