Les cuento que el fin de semana pasado me dí a la tarea de hacer mi propia pasta de tinta de calamar. Quién diría que sería tan complicado conseguir tinta de calamar en NYC (la ciudad que lo tiene todo!); pero, finalmente y tras 2 meses de llamar y visitar muchísimos lugares la encontré en un delicatessen español (Andrea P, pensé que te gustaría saber esto!).

Preparé una salsa a base de tomate con calamares y camarones bastante sencilla para no "robarle el show" a la negra protagonista de la noche, y acompañé la cena con una deliciosa y nutritiva Insalata Caprese. El resultado final fue delicioso, pero nos dejó unas cuantas moralejas (toma notas):
1. No subestimes el aroma de la tinta de calamar y prende unas cuantas velitas.
2. Cuando usas tinta de calamar las manos quedan embadurnadas y tendrás que pasar mucho tiempo removiendo las manchas negras. Una opción es usar guantes de cocina cuando amasas.
3. Si tuviera que cambiar una sola cosa, sería hacer una pasta más delgada como spaghetti, linguine o capello d´angelo. Como la masa era hecha a mano y además era harina "whole wheat", la textura era más áspera, lo cual distrae un poco el paladar.
P.S.: Q.E.P.D. Steve Jobs - Este blog, al igual que todas mis interacciones con el ciber-mundo son hechas utilizando un iPhone o una Mac; y la música que escucho mientras les escribo viene de mi iPod. Orgullosísima de ser una fiel usuaria de Apple.